En la primera década de este siglo, comenzaron a aparecer masivamente las antenas de comunicación de telefonía celular dentro de las ciudades. Las mismas incluyen diferentes equipamientos que se instalan dentro de una sala o ya vienen encabinados.

Dichos equipos se caracterizan por su gran generación de temperatura, por lo que deben ser instalados en conjunto con los respectivos equipos de refrigeración, para garantizar el continuo funcionamiento de los mismos.

Los equipos de refrigeración tienen algunos componentes que son importantes fuentes de ruido, como el compresor y los ventiladores tanto del condensador como del evaporador. Estas fuentes de ruido, se caracterizan en general por la presencia predominante de frecuencias medias (200 a 500 Hz aprox.) y no tanto por su nivel sonoro (esto, dependiendo del tamaño del equipo de refrigeración).

La presencia de frecuencias medias, hace que el diseño del sistema de control de ruido deba contemplar este tipo de ruido, de forma que la solución, sea lo más eficiente posible en la atenuación del ruido generado.

En el caso como el que se muestra de la ciudad de Córdoba, el comitente no permitía un cerramiento mayor al que se muestra en las imágenes como el diseño original consideraba, ya que temían una posible “falta de caudal aire” para el funcionamiento de los equipos de enfriamiento. Esta negativa se basó en que, los meses de verano en esta región, suelen ser muy calurosos y la construcción de un cerramiento acústico completo debía incorporar un sistema de renovación de aire en sí mismo, y debería incluir su propio sistema de silenciadores (para los ventiladores). Esta solución incrementaba su complejidad y su costo por lo cual fue descartado.

Las imágenes muestran el diseño final en su etapa final de montaje, solución de compromiso aprobada finalmente, dos pantallas en forma de U en cada extremo del equipo, próximos a los compresores y ventiladores. Los espacios de acceso fueron solicitados por el comitente para tener fácil accesibilidad al interior de la cabina y la separación entre la pantalla y el equipo permitía realizar las tareas de mantenimiento sin tener que desmontar las pantallas acústicas.

Las pantallas se resolvieron con columnas de tubo estructural más los paneles de chapa de acero galvanizado, conformada en forma de bandejas encastrables y revestimiento fonoabsorbente FONAC de 50 mm de espesor.

En promedio, se lograron atenuaciones de entre 5 y 8 decibeles para frecuencias medias y más de 10 decibeles para frecuencias altas. Estos resultados fueron más que satisfactorios ya que fueron suficientes para evitar molestias por ruidos en vecinos.

En resumen, cuando las necesidades de atenuación de niveles sonoros no son tan elevadas, se puede optar por soluciones de compromiso de menor “eficiencia” acústica con el objetivo de atender, a requerimiento del comitente, las demás necesidades operativas de los equipos, como en este caso, permitir una fácil y rápida accesibilidad así como también permitir realizar el mantenimiento de los mismos en forma sencilla.

Ing. Alejandro Bordolini

Decibel Córdoba

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